23 | La fotografía

 


Era un viernes por la noche. Tom se encontró con su amigo Rem y empezaron a conversar sobre el trabajo de Rem como fotógrafo. Toda la conversación iba bien, hasta que Tom le comentó lo siguiente:

—Realmente me agrada tu trabajo, pero ¿te has puesto a pensar que la creación de imágenes de la IA cada vez se va superando? En otras palabras, pienso que se llegará a un punto donde las personas ya no contraten a ningún fotógrafo profesional para sus bodas, quinceañeros, graduaciones, etc. Es más, yo acá tengo una imagen creada por la IA que más o menos trata de asemejarse a las pinturas de Rembrandt.

Tom le muestra la imagen de una mujer joven retratada al estilo de Rembrandt. Una vez que Rem vio la imagen dijo:

—En realidad, esto cada vez más, me da miedo. No lo digo por mí, sino por las futuras generaciones. Sabes bien que soy un fotógrafo de la vieja escuela y durante más de treinta años he visto evolucionar a la fotografía con pasos enormes.

Verás, la tecnología a través del uso de los celulares (móviles) logró que cada uno de nosotros posea una cámara digital y con una gran resolución en nuestros equipos. Los grupos de fotógrafos que por ahí quedan aún, se han reducido enormemente y otros, desaparecieron. Como fotógrafo profesional, te puedo decir que el arte de la fotografía se muere poco a poco, pues como bien dices, ya casi nadie contrata a fotógrafos profesionales para sus bodas y otros eventos, porque ya, como todos tienen un buen celular con alta resolución en sus cámaras, nuestro trabajo ya no les es necesario y es un gasto menos para ellos. La cámara digital de los celulares ha reemplazado a las fotografías profesionales. Esto ya se veía venir, pues al igual que el cine evolucionó y ahora cada uno puede ver películas a través de Netflix y otras plataformas o canales de películas de paga en el celular, el cine muere lentamente también. Aunque, creo que, en otros países, el cine ya murió, se convirtió en el Blackbuster que los productores temían ver. Lo más triste es que, al parecer, el arte y la pintura, van en la misma dirección.

Luego de escuchar esto, Tom nota que su amigo Rem está algo incómodo y una de sus manos le empieza a temblar un poco. Entonces le pregunta si se siente bien y Rem le responde:

—Estoy bien, Tom, solo que me da algo de cólera aceptar que pronto, los fotógrafos como yo, ya no existiremos, pues la IA nos reemplazará en todo sentido. Te explicaré:

Actualmente, cualquiera de nosotros producirá obras de arte, claro, para esto usarán a la IA. Lo malo no está tanto en eso, sino que cada vez, las imágenes que produce la IA son mejores, se perfecciona y eso agrada a los ojos. Por ejemplo, la imagen que me has mostrado trata de asemejarse al estilo de Rembrant, ahora imagina cuántas imágenes más no podrá producir la IA al estilo de Picasso, Van Gogh, Miguel Ángel, Angelo Morbelli y otros. Lo que quiero decir es que el aprecio de los ojos por lo sublime del arte real se perderá. Ahora bien, el arte para mí no es más que la habilidad para representar la naturaleza y la esencia misma del ser humano, sus aflicciones, sus alegrías, sus disgustos y sus misterios. Por ejemplo, en las obras de arte, cada pintor reflejó y plasmó la realidad de lo que ellos veían y sentían (a su modo), la esencia de cada pintor está expresada en cada lienzo, cada cuadro y en cada línea de sus pinturas. Lamentablemente, con la IA ya no se necesitarán esas habilidades ni todo el expresionismo que en antaño se requería para crear grandes artistas.

Tom, créeme que estamos en un mundo donde la decadencia del auténtico arte está muriendo, si es que ya, no ha muerto. Con el ascenso, desde los infiernos hasta nuestro mundo, la IA no necesita de sentimientos, inspiración, reflexión ni motivación para producir «obras de arte» y tampoco necesita de los artistas, porque ella lo puede hacer todo sola. Lo más triste también es que puedo percibir que las personas se contentan cada vez más con lo simple que agrade a sus ojos, pues teniendo ojos no ven lo que hay más allá de una pintura, pues basta con que sea algo que se muestre «bonito» y ya con eso quedarán conformes. Lo que te quiero decir es que las generaciones venideras ya no sabrán apreciar el auténtico arte, pues la falsa realidad producida por la IA, será todo lo que necesiten.

Una vez que Rem terminó de decir esto, Tom y él se quedaron en silencio viendo la imagen producida por la IA y tratando de explorar si en ella, había inspiración y sentimiento. Lamentablemente, no encontraron nada más que una «imagen bonita».

Cuento: La fotografía
Escrito por David Misari Torpoco
Octubre 2024


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