Alex estaba triste porque descubrió que
Mabel, la mujer que era su enamorada, le engañaba. Luego de retornar del bar y
estar algo tomado, se sentó en el pequeño muro que estaba al frente de su casa
a pensar. Por su mente pasaron muchas cosas, desde los lindos momentos que
vivió al lado de Mabel, hasta las veces en las que ella mostraba algunas
actitudes sospechosas, lo cual terminó por descubrir el engaño. Siendo casi las
once de la noche, un hombre alto y delgado se acercó a Alex y le dijo:
—Sigues pensando en lo que ella te hizo, ¿no es así?
Alex, con la mirada algo perdida, dijo:
—Es difícil olvidar rápidamente todo lo lindo que se vivió por largo tiempo.
Dime, ¿por qué ocurren estás cosas, Danilo? Tú qué has estudiado Filosofía y
sabes mucho sobre las relaciones humanas, dime ¿por qué nunca me di cuenta
cuando ella me engañaba? Y eso que siempre estuve cerca de ella, ¿por qué?
Danilo, tras ver la mirada desolada de Alex, le dijo:
—La persona que te engaña nunca va a hablar con su amante cuando estás cerca.
Siempre esperará a que no estés para hablar con tranquilidad, claro, siempre y
cuando no sea demasiado cínica, pero no es lo común. Algunas personas
aprovechan cualquier momento a solas, como ir al baño, aprovechar un descuido
tuyo o salir a hacer compras para llamar o enviar mensajes a su amante.
Si salen a algún lugar y luego se ven contigo, actúan como si nada hubiera
pasado. Hablan contigo, comen contigo, duermen contigo, intiman contigo y no
muestran remordimientos. Cuando era joven me preguntaba ¿cómo podrían sentir
remordimientos si ya están acostumbradas a engañar? Incluso si las tratas bien,
seguirán fallando, porque la deslealtad se ha convertido en un hábito para
ellas.
Algunos dirán que esto sucede porque no conociste bien a esa persona antes de
comprometerte. Pero el verdadero problema es que estás dando amor o entregas
amor donde simplemente no hay reciprocidad.
Si estás viviendo esta situación, estimado Alex, seguramente estás pasando por
momentos difíciles. Cada discusión te hace querer escapar, gritar, llorar…
porque no tienes paz. Te aconsejo que te alejes por tu bien de ella. En esa
relación no hay respeto ni por ti ni por la otra persona.
Debes salir de esa situación porque te está afectando mentalmente. Ella te
puede llamar «amor», pero eso no es más que una fachada para que creas en su
«amor», aunque realmente ahí no hay amor. No eres una opción para nadie. Si
eres leal y das todo de ti, mereces recibir lo mismo, no humillaciones ni
faltas de respeto, menos que te tomen el pelo —finalizó Danilo y lanzó una piedra
pequeña.
Luego de escuchar estás palabras, Alex le preguntó «Entonces ¿qué debo hacer?»
y Danilo le respondió:
—Simplemente, no sigas con una persona que te engaña, porque esas personas
nunca cambian. No saben amar y tampoco se aman a sí mismas. Solo muestran
apariencia de ser felices o estar bien, pero por dentro siguen vacías y buscan
llenar ese vacío con cualquiera que ellas quieren, pasar un fin de semana,
saliendo, paseando, bailando, bebiendo y teniendo relaciones sexuales, para
luego seguir vacías y seguir siendo las miserables que siempre lo son. Lo bueno
de todo esto es que esos amantes que salen con esas personas, jamás serán
tomadas en serio, claro, salvo si son tan estúpidos para hacerlo. Lo bueno
también es que las personas que hacen eso… nunca serán felices.
—Entonces, ¿lo mejor será que me aleje de ella para siempre? —preguntó Alex.
—Si la quisiste o amaste mucho, al principio dolerá hacerlo, pero es lo mejor,
Alex. Debes optar por alejarte. Aléjate… aunque aún ames a esa persona, pero
aléjate de manera inteligente sin hacer escándalos y sin desearle mal alguno.
Sigue adelante con lo tuyo y aprende a ser indiferente como los estoicos ante
situaciones adversas que la vida te presente.
Cuento: Deslealtad
Escrito por David Misari Torpoco
Mayo 2024
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